Un curso de milagros (UCDM) es un texto espiritual ampliamente venerado y bastante reciente. En pocas palabras, enseña a sus lectores a reemplazar el miedo por el amor.
En Un Curso de Milagros, se define un milagro como simplemente “un cambio en la percepción”. Ofrece una perspectiva profundamente única de la vida. El texto original tiene 1.333 páginas y fue “canalizado” en el transcurso de siete años por Helen Schucman, profesora de psicología en la Universidad de Columbia.
Para muchas personas, esta obra ha significado un antes y un después en su camino de crecimiento espiritual. Por eso, hoy quiero compartirte 5 frases de Un Curso de Milagros con la esperanza de que también te ayuden a encontrar la libertad que buscas.
1. “El ego analiza, el espíritu acepta”
La mayoría de nosotros no somos ajenos a todo lo que consume la mente del ego. Luchamos con él hasta cierto punto, algunos tal vez más que otros.
El ego analiza porque lucha duro para evitar estar presente. Más bien reflexiona sobre el pasado, o planea (o teme) el futuro.
No hay mucho que podamos hacer para cambiar eso, además de entrenar nuestra mente de manera consistente a través de la meditación. La meditación nos permite reconocer la difícil situación con más frecuencia, y con eso, nos permite tomar la decisión de no darnos un capricho. Esto es tremendamente útil para manejar las luchas de salud mental como la ansiedad o la depresión que son tan comunes en nuestra sociedad moderna. Pero mejorar la calidad de nuestra mente a través de la meditación en realidad hace que todos sean más felices, no solo aquellos que luchan por empezar.
Cambiar hacia la aceptación y la rendición son pasos importantes para tu bienestar y curación, independientemente de lo que necesites para sanar. Si aprendemos a dar la bienvenida conscientemente a la aceptación, nos acercamos al espíritu paso a paso.
2. “Solo lo que no has dado puede faltar en cualquier situación”
Hay diferentes maneras de interpretar estas palabras. La forma en que lo leo es esta: podemos crear abundancia nosotros mismos, y podemos hacerlo dando lo que queremos.
Déjame explicarte.
Si queremos que los demás nos amen, el primer paso será encontrar formas de amarnos a nosotros mismos de verdad. Si queremos el perdón de otra persona, nos corresponde a nosotros perdonarnos primero a nosotros mismos. Si queremos generosidad en nuestra vida, la recibiremos si somos generosos nosotros mismos.
Muchos de nosotros tenemos una mentalidad de escasez, ya sea en torno a relaciones, dinero, tiempo o cualquier otro recurso. Pero la verdad es que a menudo es simplemente el resultado de alguna creencia limitante.
Y debido a eso, experimentamos que el mundo que nos rodea es deficiente.
Una vez que podamos ver que la falta que percibimos es creada por nuestra propia perspectiva, en lugar de la realidad, podemos comenzar a cambiar hacia la abundancia. Y lo haremos dando lo que creemos que es lo que necesitamos.
3. “Para el espíritu, conseguir no tiene sentido y dar es todo”
Este es un hermoso recordatorio de una verdad espiritual simple, pero universal enseñada en muchas tradiciones diferentes: La clave de la felicidad es contribuir a la felicidad de otras personas.
Ya sea a través de nuestras relaciones, nuestro trabajo o nuestros compromisos fuera del trabajo. Si echas un vistazo a las personas verdaderamente contentas y felices, todas comparten esta cualidad, todas son donantes de una forma u otra.
Eso no quiere decir que conseguir sea malo, la ambición humana es un rasgo necesario que ha dado como resultado muchos logros maravillosos. Pero si solo nos esforzamos por conseguir, sin dar, es poco probable que nosotros, como individuos, nos sintamos verdaderamente satisfechos.
4. “El gran arte nos sorprende con el shock del reconocimiento”
La condición humana es compartida entre todos nosotros, y ya sean nuestros sentimientos más eufóricos o nuestros miedos y vulnerabilidades más profundos, hay muchas otras personas que sienten lo mismo.
Pero así no es como lo percibimos. Especialmente con emociones y estados mentales más difíciles, solemos pensar que somos los únicos que sufren. Siempre es el juicio o la soledad alrededor de nuestro dolor lo que crea nuestro sufrimiento.
Pero luego hay momentos en los que te encuentras con una gran obra de arte: un poema, una canción, un libro, una cita, una fotografía. Sea lo que sea. Algo que articula una faceta de la condición humana que has encontrado de una manera tan precisa.
Algo que resuena tan singularmente contigo, que por una fracción de segundo olvidas tu soledad. Y te conmueve profundamente al darte cuenta de que la difícil situación humana es verdaderamente compartida entre todos.
5. “Todo lo que hacemos es amor o una llamada al amor”
Estas palabras revelan la verdadera naturaleza de la compasión. Léelas de nuevo, si crees en estas palabras podrás sentir compasión por cualquiera y por todos. La compasión es un estado mental que es tremendamente útil (y necesario) para encontrar paz mental y felicidad.
Darse cuenta de que las acciones de otras personas, y las nuestras, son la mayoría de las veces el resultado del miedo (lo opuesto al amor) es liberarse. Los comportamientos heridos de repente se convierten exclusivamente en algo sobre la otra persona y lo que no recibieron (amor), en lugar de algo sobre nosotros y lo que creemos que no merecemos.
La compasión puede ayudarnos a superar las emociones difíciles al eliminar lo único que siempre nos bloquea: el juicio. En lugar de juzgarnos o avergonzarnos, reconocemos que actuamos por un llamado al amor. Y en esa comprensión, encontramos compasión para todos los demás.
Si solo recuerdas una de estas frases a diario, podrás convertirla en tu mantra y te aseguro que estas palabras comenzarán a transformar tu percepción para que los milagros toquen tu vida.