Abre la puerta a tu verdadero ser. En algún momento deseamos hacer feliz a alguien, a la familia, amigos e incluso la pareja. Mejoramos en pro de una mejor relación y de complacer a los que amamos. Incluso, vamos mas allá, cambiamos para complacer a la sociedad. Este proceso de cumplir a los demás muchos de nosotros perdemos nuestra verdadera identidad.
Debemos recobrar nuestro verdadero ser, el que Dios nos dio para llevar a cabo nuestra misión en la sociedad.
Toma un día a la semana para descubrir que es lo que más te gusta. Por ejemplo entra a lugares a los que siempre has querido ir, o come algo que te gusta muchísimo, explora sabores y nuevos lugares. No te vayas a la cama sin saber algo nuevo de ti.
Mira que hábitos te gustan más. La mayoría preparamos el desayuno de forma distinta. ¿Tú que prefieres? Desayunas lo que te enseñaron en la casa o ¿prefieres algo diferente? Búscalo, es parte tuya. Extiende este ejercicio a cada cosa que hagas durante el día. Incluso la forma de bañarte, y los productos que usas.
Tu verdadero ser.
Ahora una de las más importantes ¿trabajas en algo que te apasiona? ¿Vives en un lugar que te gusta? Si laburas en lo que te apasiona seguramente no le llamaras trabajo sino diversión. Si por el contrario trabajas porque te toca, es importante descubrir que cosas te gusta hacer. Si te divierte hacer manualidades, empieza a tomar una tarde los fines de semana para hacerlo. Estudia técnicas, mira libros relacionados con ese tema. Para aumentar tu autoestima toma parte de tu vida para alimentar ese aspecto tuyo. Buena parte de las personas exitosas hacen lo que más les apasiona en la vida. Haz lo mismo con tu casa. Decórala a tu gusto o busca un lugar que te llene. ¡Tu verdadero ser te espera!
Un abrazo,
Elías Berntsson y Lucia Beltran (colaboradora)