Auto-observación para mantenerse creciendo.El mundo cambia día a día, las células de nuestro cuerpo mueren y nacen a diario, y nuestros conceptos también cambian. Cuando tenemos la disciplina de auto-observarnos podemos monitorear el tipo de pensamientos y emociones que estamos manejando y de esta forma podemos quedarnos con lo que sirve y desechar lo que no.

Estos son algunos pasos que debes tener en cuenta en la auto-observación:

Toma unos minutos cada noche para recordar que hiciste, por que lo hiciste, como y para qué. Te darás cuenta que muchas de tus acciones no fueron pensadas, sino simplemente reaccionaste. Lleva un diario donde anotes lo que te pareció más relevante.

Al cabo de una semana, escoge algunas de esas acciones que veas que no te sirven para salir adelante o que te mantienen en problemas… por ejemplo no dejar hablar a las personas. Y ponte la meta de reducir al máximo este tipo de reacciones.

De la misma forma que desechas lo que no te sirve, busca que te hace falta y haz el propósito de todos los días practicar una nueva actitud frente a algo. Por ejemplo si eres muy tímido, ponte la meta de saludar a las personas que por timidez no saludas… una a la vez… date tu tiempo.

Mantenerse creciendo.

Evalúa también tus pensamientos. Algunas veces terminamos pensando cosas que a la final refuerzan nuestras actitudes negativas.  Haz el esfuerzo de observar en que momento estos pensamientos saltan en una situación, y comprométete a cambiarlos cada vez que esa situación se presente.

Los tiempos cambian y debemos observar si nos estamos adaptando a los cambios. Si ves que tienes una creencia que se está quedando obsoleta, es hora de cambiarla de tu vida de lo contrario no solo quedaras aislado sino también tu trabajo podría verse afectado.

Cuando se haya vuelto disciplina será más fácil para ti hacer los cambios necesarios para mejorar tu calidad de vida y tu autoestima. Mantenerse al día implica transformarse a diario.

Un abrazo,

Elías Berntsson y Lucia Beltran (colaboradora)