Hablemos de crecimiento personal y de simplificar tu vida… ¿El exceso de bienes materiales te ha hecho olvidarte de las cosas que realmente importan? A veces, cuando ponemos demasiado empeño en acumular cosas, las distracciones nos alejan de las actividades y personas que amamos. 

El Ego te dice: “Ten más y serás más”, pero, si pones atención, tu espíritu te dirá constantemente lo contrario. Esa vocecita interior te dirá que Ser, y no Tener, es el motor de la vida. 

En estos tiempos de conectividad y digitalización, es fácil compararnos todo el tiempo con los demás, desear lo que tienen y sentirnos mal cuando no somos igual de “exitosos” o “abundantes”. Pero, ¿has pensado que una vida basada en la simplicidad, con lo justo y necesario, es mucho mejor que una vida de excesos? 

En lo simple es más fácil sentirse agradecido y valorar lo que se tiene. También hay menos preocupaciones cuando nuestra felicidad o bienestar no depende de objetos materiales. 

Hoy te quiero contar cuáles son los beneficios de una vida simple, e invitarte a considerar este cambio para que lo apliques en tu propia vida. 

1. Comenzarás a dormir mejor 

¿Alguna vez te ha costado dormir por quedarte pensando en lo que debes hacer al día siguiente? 

Muchas veces, la ansiedad por el futuro tiene que ver con bienes materiales averiados, una decisión de compra que salió mal o una nueva “necesidad”. De cierta forma, todos estos problemas son señales de que hay algo en tu vida que no está en equilibrio; el problema es que, en lugar de interpretar lo que nos pasa como una oportunidad para transformarnos, insistimos en “ir contra la marea”. 

Todos los días se abre la puerta hacia el camino de menor resistencia, pero, en lugar de tomarlo, nos esforzamos demasiado en proyectos que ni siquiera nos hacen felices. Este es el Ego hablando por nosotros. 

Comenzar a tener una vida más simple, con menos cosas, personas y circunstancias estresantes te ayudará a descansar físicamente, pero también emocionalmente. 

2. Tendrás tiempo y energía para lo importante

Cuando no te quedan motivos para preocuparte por asuntos sin importancia, puedes comenzar a llevar una vida más sana y significativa. 

Puede ser que siempre quisiste aprender a montar a caballo, pintar o bucear, pero había demasiadas cosas en tu cabeza o que demandaban tu atención. En una vida simple no hay espacio para objetos, situaciones o personas que no aportan nada bueno, así que puedes comenzar a enfocarte en otras cosas (más productivas) en tu tiempo libre. 

Esta es una oportunidad para que retomes relaciones importantes en el ámbito personal o familiar. 

3. Más orden = más creatividad

Una casa llena de cosas no va a hacerte más feliz. Dalo por hecho. En cambio, un hogar despejado (con lo esencial, pero donde todavía hay espacio vacío para descansar la vista) estimula la creatividad, la productividad y la paz mental. 

Tener más cosas también significa que tienes que invertir tiempo en limpiarlas o darles mantenimiento. Quédate solo con lo que realmente necesitas y te será más fácil sentirte cómodo en tu propio espacio.

Además, tendrás ideas originales sin sesgos ni distracciones de ningún tipo. 

4. Te sentirás más “elevado” espiritualmente

Al tener más tiempo y tranquilidad, puedes tomarte más en serio tu camino espiritual dedicándote a la meditación, el mindfulness, el yoga y otro tipo de prácticas. 

Con solo pasar tiempo al aire libre ya estás fortaleciendo tu relación interior y reconectándote con La Fuente. También puedes, simplemente, dedicarte a retomar actividades que te hacen sentir elevado, aunque no sean espirituales a simple vista. 

Descubrirás que sentirte bien ya es un ejercicio de crecimiento interior, y que no hace falta creer en una religión o asistir a ceremonias. 

5. El dinero dejará de preocuparte

Gran parte del propósito de tener dinero es poder comprar más cosas. La acumulación de bienes es una fuerte motivación, en parte porque crecemos pensando que necesitamos poseer para ser felices (sobre todo en occidente). 

Cuando adoptas un estilo de vida más significativo que posesivo, el dinero deja de tener tanta importancia y pasa a segundo plano. Aunque siempre será útil, porque te ayuda a alimentarte, invertir en experiencias y en tu bienestar, dejarás de sufrir por la idea de no tener suficiente.   

6. Tu salud física mejorará

Por último, una carga menor de estrés tendrá un efecto muy positivo en tu salud. 

Si sufres de dolores de cabeza, cambios bruscos de estado anímico o dolores musculares, tal vez has estado somatizando tus preocupaciones durante mucho tiempo (algo que tarde o temprano puede hacer que desarrolles otras enfermedades físicas y mentales). 

Una vida sencilla puede crear libertad física, mental y emocional. Experimentamos la libertad mental y emocional a medida que creamos la libertad física. ¿Cómo? Gracias a un entorno ordenado. Menos cosas significa menos espacio saturado y menos espacio en nuestro corazón consumido por esas cosas.

Nuestros niveles de estrés aumentan a medida que nuestro entorno se llena de objetos que, a veces, raramente usamos. Así que, si te preguntas cómo darle un giro a tu vida para bien, deberías comenzar por hacer una inspección profunda en casa. 

7. Ayudas al planeta

Cuando eliges vivir con menos, creas menos desperdicio y destrucción. Este es uno de los efectos más contundentes del minimalismo, y además beneficia a toda la humanidad. 

La destrucción del medio ambiente y el calentamiento global son algunos de los principales desafíos que enfrenta la civilización moderna. Una vida simple conduce a un menor consumo, un uso cuidadoso de los materiales y una consideración adecuada del espacio. 

Si todos tomáramos medidas para simplificar nuestras vidas, podríamos maximizar nuestros espacios de vida, reducir el daño al medio ambiente y armonizar el ecosistema.

¿Cómo empezar a tener una vida más simple?

Tampoco hace falta deshacerte de todo y empezar de cero. Solo pregúntate cuántas de tus posesiones son indispensables de verdad, y cuáles están solo ocupando espacio o inquietando tu paz. 

Si algo te roba la calma, ¿por qué insistir en conservarlo? 

Tómate un tiempo para poner en orden tu inventario de posesiones y, luego, decide de qué objetos o propiedades vas a deshacerte. Un excelente ejercicio es regalar lo que ya no usas a quienes sí lo necesitan; esto te ayudará a entender que todos vivimos en circunstancias particulares y que, a veces, los problemas que tienes no son problemas. 

Una vida simple te ayuda a retomar el camino del equilibrio y la armonía. Este es el estado natural en el que mereces vivir, ¡recíbelo con amor!