Tu mente y la voluntad divina…
¿Cómo saber si la voz que escuchas a diario en tu cabeza es la voz de Dios, o del universo, o de la vida, o como quieras llamarla?
¿Cómo diferencias entre el ruido y los engaños del Ego, de tu mente, y la voluntad divina?
A veces, tomamos decisiones que nos conducen a eventos dolorosos, decepciones y malentendidos con las personas que amamos. Esto pasa cuando confundimos sentimientos como la ira y la venganza con la voluntad de Dios.
Un Curso de Milagros nos recuerda:
El Espíritu Santo nunca te pedirá ningún sacrificio. Pero si te pides a ti mismo el sacrificio de la realidad, el Espíritu Santo tiene que recordarte que esa no es la Voluntad de Dios, porque no es la tuya. No hay diferencia entre tu voluntad y la de Dios. Si tu mente no estuviera dividida, reconocerías que ejercer tu voluntad es la salvación porque es comunicación.
Con esto, el Curso habla de la verdadera naturaleza de nuestra voluntad, que es, en realidad, la naturaleza de la voluntad divina. Por eso, no hay diferencia entre lo que Dios quiere para tu vida, y lo que tú mismo quieres. Simplemente, la sensación de separatidad (es decir, la idea de estar separado de Dios) nubla tu camino cuando permites que el Ego guíe tus acciones. Entonces, es fácil olvidar de dónde vienes y todo a lo que tienes derecho, a pesar de que Dios jamás se olvida de ti.
¿Cómo darme cuenta de que estoy escuchando al Ego y no a Dios?
Sabrás que el Ego está tomando decisiones por ti cuando el motor de tus acciones sea el enojo, la necesidad de tener la razón o el juzgamiento.
Si alguien importante en tu vida comete un error y eso te decepciona, debes saber que no es la voluntad de Dios que te sientas defraudado, como tampoco es su voluntad que juzgues a quien amas por haberse equivocado, ahí tu mente egotica te juega una mala pasada.
Hay una línea delgada entre la emocionalidad y el lenguaje que Dios utiliza para comunicarse contigo. Sin embargo, la mayoría del tiempo no logras verla, porque el Ego te distrae con ilusiones de “especialismo”.
Te comportas de forma especialista cada vez que justificas tus acciones con base en una emoción o pensamiento que no proviene de Dios, como:
- “Traicioné a mi pareja porque él/ella me traicionó primero”
- “Golpeé a mi hermano porque me hizo enfadar”
- “Fui duro con él porque se lo merecía”
Acercarse a la voluntad de Dios es alejarse del especialismo aceptando que no sabes por qué tu pareja te traicionó. Tampoco sabes de dónde viene tu soledad, ni el motivo por el que tu hermano te hizo enojar… No puedes saberlo porque no estás en condiciones para juzgar a los hijos de Dios ni a ti mismo, que eres también su hijo. Esta idea proviene, en realidad, del Ego, que hace todo lo que puede para convencerte de que necesitas darle sentido a este mundo por tu cuenta. Que estás solo, y nadie velará por ti.
Pero si eres consciente de lo que el Ego hace para separarte de Dios, también verás el camino de vuelta. Comenzarás a ver que todo lo que te produce malestar, resentimiento y deseos de venganza es una mentira. Y a veces, para elegir el camino de la verdad, primero necesitas reconocer a dónde lleva el camino de la mentira.
¿Cómo vencer el “especialismo” del Ego?
Lo opuesto al especialismo es el entusiasmo.
Si vives una vida inspirada, despiertas con gratitud y ánimo para crear, y te abstienes de invertir tu energía en criticarte a ti o a los demás, vives en el estado de armonía que Dios pensó para ti cuando fuiste creado.
De hecho, para los griegos la palabra “entusiasmo” significaba estar lleno de Dios. Tener a Dios dentro de ti.
Incluso si has permitido que el Ego tenga poder en tu vida, no debes preocuparte, porque jamás podrá separarte realmente de Dios. Recuerda que el Ego no existe en el plano espiritual; que es, tan solo, un engaño de tu mente para hacer que dudes de ti mismo y de tu origen divino.
Si piensas en esto, entenderás que la mejor forma de vencer al Ego y al especialismo es seguir el llamado interior a recordar tu conexión con Dios.
Todos sentimos este llamado a diario, sin importar nuestra edad, sexo, cultura o hábitos de vida. Es un deseo latente común a todos los seres humanos, porque, una vez más, somos hijos de Dios y parte de él.
Así como las flores y los árboles están unidos eternamente a la Tierra, cada célula de tu cuerpo reclama constantemente el reconocimiento de su naturaleza celestial. Solo tienes que dejarte llevar.
¿Qué puedo hacer si no siento el llamado a reconectarme con Dios, con el universo?
Es imposible no sentir el llamado a recordar tu origen divino, como es imposible que algo sea capaz de alejarte de Dios, que es tu Padre, punto de partida y destino.
Sin embargo, si a pesar de esto piensas que Dios y tú no son lo mismo, es una prueba de que el Ego se siente amenazado. Por eso, juega con tu mente para confundirte y seguir controlando tu vida.
Lo que debes recordar en momentos como este es que siempre serás más fuerte que el Ego, ya que depende de ti para existir. Así mismo, la voluntad de Dios te guía en todo momento durante tu paso por la tierra; lo único que necesitas para aprender a escuchar es el deseo interior de hacerlo. Entonces, el Universo moverá cada hilo a tu favor.
En su prefacio, Un Curso de Milagros postula:
Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto radica la paz de Dios.
Por eso, como hijo de Dios no podrás ser vencido jamás. Cualquier idea o realidad que indique lo contrario, es mera ilusión.
8 comentarios en “¿Cómo Distinguir Entre TU MENTE y la Voluntad de Dios? | Un Curso de Milagros”
Veo que tiene todo sentido y estoy dispuesto a escuchar la voz de Dios.
Así es. Escuchar la voz de Dios nos lleva al camino correcto. Saludos
Gracias Elías! Sos un gran ser y tus aportes son grandes. Es el mensaje de Dios a través de tu página. Te envió desde el corazón, todo lo bueno que el espíritu infinito tiene para ti.
Amén y te multiplicó lo que deseas.¡Un abrazo!
Gracias..
A tu por leerme. ¡Un abrazo!
Esté material tan valioso lo puedo tener para mí consulta personal cuando yo lo requiero gracias que Dios te bendiga
Gracias por leerme. ¡Un abrazo!