Cuando te Abrumen los Problemas, Léeme

Resolver los problemas. Deja de pensar en problemas y tareas. Nada es importante ahora, solo tú y este momento. Respira profundamente. Y exhala lentamente. Hagámoslo otra vez. No pienses, solo lee. Respira de nuevo.

La vida te ha traído hasta aquí por algo. Estás buscando algo que no encuentras, hay algo que no te deja vivir en paz. Estás inquieto, vives una profunda desazón que te impide ser feliz. Y sigues buscando, algo que no sabes bien qué es ni dónde está. Por momentos te lanzas con dinero a comprar algo, porque tu mente te ha dicho que necesitas ‘eso’ y que cuando lo tengas ya nada te faltará. Pero pasado el encanto inicial de tenerlo, te das cuenta que de nada sirvió. Ese vacío dentro de ti, ese lugar oscuro y tembloroso persiste, siempre está ahí, se expande, te ocupa, te nubla la vida. Todo se vuelve opaco, gris, desesperadamente triste. Y te quedas en ese agujero, porque ya no sabes qué hacer.

¿Vives algo así, verdad? O prevés que estás en ese camino.  “¿Y qué haré ahora?” te preguntas, “¿Qué debo buscar? ¿Dónde?” Y mira, mira qué inmenso es el poder de esta unión con la Fuerza Suprema que nos hace uno. Esa búsqueda nos ha juntado porque los dos sabemos que eso que tú buscas y que yo también necesito no es nada material.

Reconozca. Resolver los problemas

Reconozcámoslo juntos. Lo que tú, yo y todos buscamos permanentemente es amor. Sí, amor. Ese amor inconmensurable e infinito que es tan poderoso que todo lo transforma.   Ese  amor que te permita gozar de  los colores y de los trinos de los pájaros, del sonido del mar y de la gracia del viento en la piel o moviendo nuestro cabello. Es el amor el que nos acerca el mensaje de las olas murmurándonos arrullos de sal y de perfume a mar.  Es el amor, esa fuerza invencible que cuando inunda nuestras emociones y sentimientos, nos renueva y nos rejuvenece por dentro.  Quizás estés pensando que tienes a alguien a tu lado que te ama y que sin embargo no es suficiente, porque no disfrutas de nada de eso. Ni los colores, ni las aves, ni el sol ni el viento ni el mar te provocan alegría. Es que, amigo mío, amiga mía, el amor del que hablamos es mucho más profundo y abarcador. Es el amor del Universo del que somos parte, tú, yo, nuestros hermanos, todos.

Entonces estás aquí, preocupado, cansado, deprimido, vencido. Sientes que no puedes respirar, que la vida te agobia y te ahoga. Que no vives, solo respiras,  automáticamente respiras. La Fuerza Suprema nos ha encontrado para hacernos conscientes de su amor.  No te falta nada, eres un ser completo. Tienes todo lo que necesitas para vivir tu destino, y tu destino es la felicidad. Así lo ha determinado la Fuerza Creadora.

¿Y entonces que?

¿Qué pasa entonces? ¿Por qué te sientes tan mal? Porque aún no eres consciente de eso. La vida exterior te ha envuelto de tal manera que te ha alejado de tu propio ser, de tu esencia, de tu naturaleza completa, de tu luz. De eso se trata. Solo tienes que encontrar esa luz que espera dentro de ti.  Esa luz que es amor en su forma más pura, porque es el amor que ha puesto en ti la Fuerza que te creó, que nos creó. Es ese amor que compartimos. Tú eres especial y valioso, porque eres creación del amor.  Eso que buscas para completar tu vida, para llenar tu vacío, ya lo tienes.  Está ahí, cuidándote.

Cierra un momento tus ojos cuando termines esta lectura. Despójate de las imágenes del mundo exterior y mira dentro de ti, vas en busca de  esa luz que espera que la liberes. Ahí es donde debes buscar la paz, ahí buscaremos la felicidad. Visualiza la luz. ¿La ves? ¿Ves la luz? Mira bien, allí está. Es un pequeño punto que apenas brilla opacado por esa  tormenta oscura que hay dentro de ti.  Concéntrate en ella, a medida que le prestas atención, esa luz que es amor infinito se potencia, se inflama, se enciende, crece. Sigue concentrado en ella, en la luz. Ábrele camino para que tenga espacio en ti.  Deja salir la niebla, esa oscuridad que la oculta. A medida que la luz se fortalece, la oscuridad se debilita y se aleja de ti. Porque esa luz es amor y el amor es todopoderoso.  Brilla interiormente porque esa luz te hace brillar, permítele crecer, ábrete a ella.

Toma en cuenta

¿De dónde ha salido esa luz, ese amor? ¿Cómo llegó a ti? ¿Dónde está el milagro de este momento?. Ese amor siempre ha estado ahí, desde el mismo momento en que fuiste creado. Te ha cuidado  y  nos ha juntado hoy.   Porque esa luz te ilumina a ti y también a mí, y en esa luz y en ese amor, estamos bien.  Tú estás bien, yo estoy bien. ¿Te das cuenta de que no estás solo? Tu luz de amor te une a mí y a todos nuestros hermanos. Está en tu  esencia, en tu ser profundo.

Concéntrate en la luz de amor que crece más y más en ti. Es maravillosa, alegre, vital, tibia, delicada. Se ha expandido en ti y allí se quedará para siempre, grande y poderosa, porque le has dado el lugar que necesita en tu ser. Eres amor, tu esencia es amor. No la oprimas, déjala que siga expandiéndose, desbordas luz, irradias luz. Tú eres luz. Somos luz, porque somos amor.

Y ya no temas, porque los problemas y esa historia de tu vida que te atormentaba,  no tiene ninguna fuerza en ti, porque esa fuerza suprema que te dio la luz, te cuida y te ha hecho consciente de todo su amor para ti, para mí, para todos. El amor es perdón. Libérate de culpas, no eres culpable de nada. Tampoco culpes a nadie. Perdona, perdonar es liberarse, es dejar salir la oscuridad y hacer crecer el amor y la luz.

Finalmente

Abre tus ojos. Tu luz interior también aflora en ellos y todo lo tiñe de paz, de felicidad, de alegría, de ganas de vivir. ¿Ves ahora qué hermosos son los colores que te rodean? ¿Sientes la compañía de tus hermanos en el amor?  Ese amor hecho luz te trae todo lo bueno, toda la abundancia, la paz y la prosperidad. Te ayuda a resolver tus dudas, a tomar tus decisiones. Porque ese amor es el origen de todo, porque todo lo crea y todo lo puede.  Y descuida, ya no te atormentará el miedo o el temor. Porque cada vez que intenten doblegarte, volverás a mirar dentro de ti donde esa luz brilla para hacerte fuerte. Nadie puede apagarla, nadie.

Estás brillando ahora. Estamos brillando tú y yo, porque somos uno y  el amor nos envuelve.   Ese brillo es paz, es felicidad. Disfrútalo, quédate en él, siéntelo y nútrelo. Ya no busques más. Lo has encontrado todo.  Descansa y vive tu vida feliz.

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4 comentarios en “Cuando te Abrumen los Problemas, Léeme”

  1. María Del Pilar Rueda Lozano

    Me ha encantado ,que bien relatado y que verdadero lo siento en mi gracias gracias gracias por dar luz a tantas personas ,buenas noches !!!

    1. Elías Berntsson

      Hola, me agrada saber qué personas como tú, lean mis artículos y que lo importante de todo no es solo leer sino llevarlo a vida misma; llevarlo a la practica y ser mejor persona. ¡Un abrazo! Y sigue creciendo personalmente.

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