Esto es lo que pasa cuando te quejas por todo

Esto es lo que pasa cuando te quejas por todo

¿Eres el tipo de persona que pasa horas quejándose de todo lo que anda mal en su vida, o en el mundo?

¿Despiertas por la mañana y lo primero en lo que piensas es en los problemas del día anterior o la mala suerte que tienes?

Curiosamente, las personas que invierten su energía en quejarse pocas veces consiguen algo con ello. Su vida no mejora por el simple hecho de sentirse mal al respecto, la actitud de otras personas hacia ellas tampoco cambia.

El único efecto que tiene la quejadumbre es hacer que te sientas peor y que pierdas el enfoque, impidiéndote ver todas las cosas a tu alrededor que sí puedes cambiar a tu favor.

La verdad es que pocas veces nos detenemos a pensar en las consecuencias de quejarse en exceso, tal vez porque lo hemos hecho “parte natural” de la vida. Ni siquiera somos conscientes de cómo este mal hábito afecta nuestra salud mental y otras áreas de la vida hasta que todo se pone cuesta arriba.

Hoy he querido hablarte sobre esto, que es un tema muy importante en las sociedades modernas, y que reflexionemos juntos sobre lo que pasa cuando te quejas por todo.

1. El mundo cambia, pero de forma negativa

¿Ya habías escuchado la frase de Wayne Dyer que dice: “Cuando cambias tu forma de ver las cosas, las cosas que miras cambian de forma”?

Una lección tan positiva puede tener también su contraparte negativa, que sería: ”Si das lo mejor de ti para enfocarte siempre en lo peor, comenzarás a ver el mundo como un mar de tiburones”.

Las personas que pasan demasiado tiempo quejándose se vuelven especialistas en hallar problemas. No importa lo bien que les vaya en el trabajo, los estudios o el amor, se las arreglarán para verle siempre el lado negativo a las cosas.

¿Te imaginas una vida llena de “peros” y obstáculos imaginarios?

Bueno, eso pasará si continúas quejándote por todo lo que te pasa en lugar de descifrar el motivo por el que ocurren las cosas, que suele ser la evolución del alma y el crecimiento personal.

Solo piénsalo: si no ocurrieran infortunios a veces, ¿qué sentido tendría alegrarnos cuando ocurren milagros?

2. Te cuesta más cumplir objetivos

Vivir sintiendo que todo está en tu contra no es una sensación para nada agradable. Solo es cuestión de tiempo antes de que pierdas la motivación, y entonces las metas que te “movían” antes dejarán de ser suficiente.

Por ejemplo, muchas personas dejan de intentar llevar una dieta balanceada con la excusa de que siempre habrá alguien más delgado que ellas o que, por genética, puede comer lo que sea sin engordar.

Con el tiempo, dejan de poner de su parte y cumplir objetivos se vuelve tan difícil que comienzan a llevar una vida para nada satisfactoria. Es como resignarse a la idea de que no te gusta la ropa que usas, sin mover un dedo para renovar tu clóset.

¿Qué crees que pasa en este punto? Bueno, hay muchos problemas secundarios que se pueden desglosar de la desmotivación, como los trastornos del estado de ánimo (depresión y ansiedad, principalmente) y muchas enfermedades físicas que son psicosomáticas.

3. Tus relaciones personales se deterioran

Solo imagina si tuvieras que compartir la misma habitación con una persona negativa y caótica durante varias horas, todos los días. ¿Te haría ilusión la idea?

Seguramente es lo último que te gustaría hacer, y pasa lo mismo con otras personas cuando piensan en pasar tiempo contigo: lo evitarán a toda costa para no tener que ser tu desagüe emocional.

¿Y cuáles son las relaciones que se ven perjudicadas cuando nos convertimos en “quejicas” de la vida? A decir verdad, todas. Desde tu pareja hasta tus familiares, amigos y compañeros de trabajo, todos notarán que pasas demasiado tiempo quejándote, aunque puede que a algunos no les importe.

Pero no creas que esta es una ventaja. Al contrario, una de las peores cosas que te puede pasar es fortalecer relaciones interpersonales con otra gente que disfruta quejándose de todo. Si llegas a este punto, es probable que la situación empeore, porque entonces las quejas se normalizarán y te será más difícil romper el hábito.

Entonces, ¿qué hacer cuando comienzo a quejarme?

No esperes deshacerte de las quejas de un día para otro. Quejarse es una respuesta psicológica normal en cualquier ser humano, y pasa cuando sentimos que no estamos recibiendo lo que merecemos o que hay demasiadas injusticias en el mundo.

En la dosis correcta, la insatisfacción puede ser un impulso para que mejoremos nuestra vida y ayudar a mejorar la de otras personas, pero la balanza se desequilibra cuando invertimos más tiempo y energía en quejarnos que en hallar soluciones.

Si esto te pasa con frecuencia, lo primero que necesitas hacer es comenzar a identificar los pensamientos de quejadumbre cuando surjan en tu mente. Presta mucha atención a los detonantes, porque siempre hay uno detrás, como:

  1. – Tener que esperar en la fila para entrar al banco.
  2. – Que el autobús tarde 5 minutos más en llegar.
  3. – Que tu jefe te asigne un proyecto en lugar de otro.
  4. – Un error de tu pareja al comprar la cena.

Literalmente, cualquier cosa puede desatar al especialista en quejas que hay en cada uno de nosotros, así que es importante mantenernos atentos.

Luego, tan pronto nos demos cuenta de que estamos teniendo un pensamiento de queja, lo que haremos será intervenir y pensar en algo completamente opuesto.  Es decir, algo positivo, algo que marche bien en nuestras vidas y sea motivo para sentirnos agradecidos. Por ejemplo:

  • – Gozar de buena salud.
  • – Vivir en un país que, a pesar de tener defectos, no está en guerra.
  • – Tener una familia que se preocupa por nosotros.
  • – Tener un empleo.

Incluso si alguno de estos aspectos tiene un margen de mejora (puede ser que quieras tener una mejor relación con tu familia o cambiar de trabajo), son razones para sentirnos bendecidos, ya que es más de lo que muchas personas en el mundo tienen en este momento.

Introducir este tipo de pensamientos hará “contrapeso”, y así comenzarás a restarle importancia a las quejas.

Quiero que te vayas con este mensaje: el simple hecho de quejarte no cambiará nada, no te hará una mejor persona. En cambio, dirigir tu atención e iniciativa a todas las posibilidades que tienes para transformar tu vida, eso sí hará que todo mejore y de forma sostenida.

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9 comentarios en “Esto es lo que pasa cuando te quejas por todo”

  1. Algunas cosas cambian y otras siguen igual, las fronteras cambian, llegan nuevos jugadores pero el poder siempre encuentra dueño.
    Luchamos y sangramos por ellos, debimos imaginar que nos odiarian por eso.
    La historia la escriben los vencedores, pero derribas a un enemigo y encueran a otro Peor para sustituirlo.
    Los lugares cambian, los argumentos…. El objetivo.
    Los enemigos de ayer son los reclutas de mañana, enseñeles a combatir y reza para que el día de mañana no te odien por haberlo echo.

  2. Algunas cosas cambian y otras siguen igual, las fronteras cambian, llegan nuevos jugadores pero el poder siempre encuentra dueño.
    Luchamos y sangramos por ellos, debimos imaginar que nos odiarian por eso.
    La historia la escriben los vencedores, pero derribas a un enemigo y encueran a otro Peor para sustituirlo.
    Los lugares cambian, los argumentos…. El objetivo.
    Los enemigos de ayer son los reclutas de mañana, enseñeles a combatir y reza para que el día de mañana no te odien por haberlo echo.

  3. Otro día la misma mierda.
    Somos la fuerza militar más poderosa de la historia de la humanidad, toda batalla es nuestra batalla, porque lo que ocurra aquí, importa alli…. No nos perdemos ni una.
    Aprender a usar las herramientas de la guerra moderna es la diferencia de la prosperidad de todo el pueblo o su total destrucción.
    No podemos darles Libertad….. Pero podemos enceñarles a ganarsela y eso amigos… Vale más que una base militar de acero.
    Claro que importa quien lleve el arma más grande, pero importa mas quien la empuña.
    Está es la hora de los Héroes, de las leyendas, la historia la escriben los vencedores, Vamos a trabajar.

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