La crítica y la autoestima. Tienen una relación amor-odio. Pueden tener una relación muy constructiva o muy destructiva. Vamos a conocer un poco más al respeto.
La relación constructiva
Encontramos una relación constructiva entre la crítica y la autoestima. Cuando la crítica se formula de forma asertiva o se dirige una acción. Comportamiento o situación en concreto, no al sujeto.
Un ejemplo de crítica constructiva sería la siguiente. Imagínate que cometiste un error en el trabajo y como consecuencia. Tu labor y la de algunos compañeros se demora más que de costumbre. Por lo que la empresa ese día cierra más tarde y ajetreada que de costumbre. El encargado se dirige a ti y te comenta:
- Debes de ir con más cuidado. Yo y varios compañeros hemos tenido que salir más tarde del trabajo por tu error. Sé que no lo has hecho expresamente. Pero estamos cansados y tenemos otras cosas que hacer.
La relación destructiva
La crítica y autoestima no se llevan bien cuando ésta se dirige directamente al sujeto. Atacándole a él y a sus capacidades, personalidad o ser. Cuando alguien critica de esta forma, lo está haciendo directamente sobre nuestra autoestima. Por lo que es fácil que nos sintamos mal. Ofendidos, tristes o incluso desanimados.
Siguiendo el ejemplo anterior, en este caso el encargado nos diría:
- Debes de ir con más cuidado. Todos estamos saliendo más tarde por tu culpa. Eres irresponsable y despistado, no sé si sirves para este trabajo.
Hay que tener mucho cuidado con la autoestima. Cuando nos encontramos frente a comentarios tan duros como estos, ya que son críticas duras. Prejuicios que atacan a nuestra persona y nos pueden hacer dudar incluso de nosotros. Si no contamos con una autoestima sólida y confiamos en nosotros mismos. Aprovechando nuestros errores como nuevas lecciones para seguir aprendiendo.
Un abrazo,
Elías Berntsson / Yaiza Escobosa