Gran responsabilidad, la libertad, siempre me ha gustado mirar hacia arriba, quiero decir, literalmente. Ya sabes, los atardeceres, amaneceres, el paisaje general que día a día nos brinda el cielo; ya sea el gris intenso y denso de esos días de tormenta o el inconfundible azul eléctrico de los días soleados.

En fin, hay tanto que ver por allá arriba. La verdad, ya lo hago de manera automática, no es como que me programe a mirar hacia arriba, o que tenga una hora específica en mi itinerario para hacerlo… sucede solamente.

Hoy tuve que salir más temprano de lo usual de mi hogar, y ¡qué bendición! Me encanta sentir la brisa mañanera que tan sólo de respirarla te llena de vida. En fin, el caso es que un camión gigantesco tenía tapada la única pasada por donde hay acceso a donde yo iba. Estaba a punto de empezar a refunfuñar cuando de repente veo a lo lejos un águila. Se veía tan fuerte, tan magnifica, ¡tan libre! que me hizo pensar miles de cosas.

Gran responsabilidad

Más que nada, esa simple imagen me enfatizó la importancia de la libertad. Me recordó lo importante que es vivir sin ataduras, sin presiones, sin cadenas… lo cual no tiene nada que ver con vivir sin responsabilidades. Son cosas completamente diferentes. Vivir en libertad en gran parte refleja la responsabilidad que cada quién tiene hacia con su persona, y por supuesto con los demás.

Por ejemplo, vivir en pareja requiere un gran compromiso interno con nosotros mismos, y al mismo tiempo, representa una gran responsabilidad para con esa persona especial. Pero esa responsabilidad no implica que no puedas tener libertad. Si tanto tú como tu pareja saben que eres lo suficientemente responsable con la relación, te aseguro que será mucho más abierta a permitir, por ejemplo, que tengan y disfruten, actividades por separado.

Respetando a nuestros semejantes y cubriendo nuestras responsabilidades con cada uno de ellos, nos será mucho más fácil ser libres. Y esto aplica para todo, si eres capaz de demostrar responsabilidad ante tus padres, jefes, pareja, etc., todos ellos te dejarán volar tan libremente como esa águila fuerte y vigorosa que yo encontré esta mañana.

Es verdad que la libertad no siempre nos es otorgada de una manera tan sencilla. Pero también es verdadero,  que la sensación al obtenerla es inconfundible. Sentirnos en libertad nos propicia seguridad y felicidad en nuestra vida. Recuerda que andar por la vida sin ataduras innecesarias, también es nuestra responsabilidad.

Disfruta hasta del aire que este mundo te está brindando, toma esa libertad y disfruta al máximo.

Un abrazo,

Elías Berntsson

(Fuente: Laura Mendoza)