Qué hacer frente al enojo de alguien. Quizá te haya pasado que alguien se enoja contigo con razón o sin razón aparente desde tu punto de vista. Que pase muy de vez en cuando no tiene mayor importancia. Pero si sucede una y otra vez, pon mucha atención porque así se puede empezar a afectar tu bienestar.
Lógicamente no puedes obligar a nadie a que actúe como tú quisieras que lo hiciera. Ni obligarla a que por ejemplo, no se enoje y a que esté de buen humor contigo. Pero tampoco puedes permitir convertirte en el foco de sus críticas y descarga de sinsabores. Soportar constantemente sus comentarios despectivos, quejas o inconformidades independientemente del motivo que sea. Por lo que hiciste, no hiciste o dejaste de hacer resulta bastante desgastante y debilita energéticamente.
No se trata de tener la razón, sino de paz interior
Además, tener la razón es algo relativo. Pues lo que para ti puede ser correcto, para el otro puede estar equivocado o viceversa. Así que hay que prestar suma atención a no dejarse enganchar en discusiones sin sentido que no llegan a ningún fin.
Lo que puedes hacer frente al enojo reiterativo de alguien es en primera instancia decirle amablemente que se calme, que no hay necesidad de ponerse en ese estado ya que es posible dialogar acerca de lo que le molesta sin llegar a alterarse.
Pero si la persona continua en ese comportamiento entonces haz de cuenta que eso no tiene nada que ver contigo (así cueste al principio debido a la insistencia de la otra persona quien busca hacerte reaccionar). Esto quiere decir que si ya le diste a él o a ella la oportunidad de llegar a un acuerdo contigo y su actitud sigue siendo negativa. Entonces ahora te corresponde no permitir que sus palabras o actitudes sigan lastimando tu ser.
Toma la iniciativa
Entonces, puedes decirle con respeto pero con firmeza algo como esto según el caso. “Siento mucho haberte ofendido o haberte molestado con mi comportamiento. Sin embargo, tú lo ves así, pero yo no lo veo tan grave. Mejoraré en lo que pueda. Pero te pido el favor que ya no me lo sigas repitiendo, ya es suficiente”.
Después de esto, si notas que la persona ya se va calmando. Aprovecha ese estado de serenidad para hablar de los posibles malos entendidos que hayan sido los causantes de haber desatado aquella ofuscación. Tratando de comprender lo que sea susceptible de entender o de simplemente aceptar las diferencias.
Si esto no llegara a ser posible debido a que uno de los dos no está dispuesto a llegar a este paso, busca la manera de alejarte así sea de manera temporal de esa persona hasta que el ambiente que se respire en la relación mejore.
Busca alternativas pacíficas
Afortunadamente, en el mayor de los casos ningún problema es para siempre. Y si los vemos con otros ojos terminan siendo simplezas o asuntos sin relevancia. Sino que somos nosotros mismos quienes los exageramos o los agravamos al no buscar una alternativa más pacífica y al seguirlos rumiando y rumiando en nuestra mente. Sin darnos cuenta que estamos desperdiciando nuestro valioso tiempo.
Lo que se pueda solucionar, pues soluciónalo y lo que por ahora no tenga solución, pues acéptalo y vive tranquilo. Mereces la paz, es tu derecho natural, nadie puede arrebatártelo sin tu consentimiento.
Elige así pues, la armonía en lugar de la discordia, el diálogo en lugar de la imposición de criterios, el amor en lugar del ego y algo bastante importante, muestra una profunda serenidad para ayudar a incitar al otro a que también se serene. Haz de esta actitud un modo de vida y te sorprenderás de los frutos que recogerás en tus relaciones interpersonales.
Recuerda
Todos tenemos derecho a equivocarnos y no podemos permitir quedarnos allí recreando el error una y otra vez ni lamentándonos porque eso lo único que hace es alimentar la emoción negativa de lo indeseado.
Que alguien se enoje contigo no es el problema, el problema es cuando tú permites que eso afecte tu paz, incluso tu autoestima. El problema es experimentar esa situación tan de seguido que hasta termines acostumbrándote, sin que eso signifique por supuesto que te llegues a sentir satisfecho.
Muchas veces en la vida se necesita hacer un alto en el camino para revisar aspectos como estos que pudieran hacer parte de tu cotidianidad y que quizá ni te habías percatado. Pensar: “No, lo que pasa es que él/ella es así, es su manera de ser, por eso se mantiene enojando” ya no es suficiente ni mucho menos enriquecedor para esa persona ni para quienes están a su lado. Siempre es posible mejorar, ¡siempre!, pero para esto se necesita estar dispuesto, se necesita querer hacerlo desde lo profundo del ser.
¿Estás con este tipo de personas quienes no muestran interés por el aprendizaje continuo?, ¿te dejas contagiar de este modo de conducta?, ¿cómo puedes tomar desde ahora la iniciativa de ser parte activa del cambio?
Ahora bien
Si eres tú quien está enojado, expresa tu enojo. Pero evitando lastimar al otro al agrandar el problema. Asume la responsabilidad que te corresponde, ya que esta siempre es mutua. Respira profundo y una vez estando más calmado, busca una posible solución.
Que tu enojo no se adhiera a tu personalidad. Sino que sea solo una expresión pasajera y siempre autorregulada. Así como consciente. Asimismo, que el enojo de otro, no te eche a perder un bello momento que estés construyendo, por tanto, aprende a hacerle frente al enojo con nuevos ojos.
1 comentario en “¿Qué Hacer Frente al Enojo de Alguien?”
Buen día, cuál de sus libros me recomienda para empezar a vivir y entender el desapego emocional.
Gracias