Aceptarte a ti mismo es estar de tu lado, negarte a ser tu propio enemigo. Estar de nuestro lado es aceptarnos como somos, o sea, reconocer tus emociones y tus vivencias, cómo pienso y siento. Tal vez cada día tengas que luchar con un pensamiento obsesivo, un pensamiento angustiante o de derrota. No niegues ese pensamiento, no lo evites, solo reconoce que está ahí. Eso no quiere decir que lo celebres, sino que simplemente sabes que existe.
Conoce tus debilidades, tus puntos fuertes y tus puntos débiles. Esto te ayudará a ser humilde pero también a no dejar que te humillen. Tal vez tengas sentimientos o emociones que puedan gustarte o no, pero tienes que aceptar que son tuyos. Por eso cuando alguien te habla de algo tuyo que no te gusta te duele, porque no lo reconoces. Aceptación significa compasión, la idea de que “tengo que ser amigo de mi mismo” es estar de mi lado.
Puede que estés luchando con algunos problemas o que tu vida no sea color de rosa, pero estando de tu lado vas a alentarte a seguir adelante. Vas a hacer lo que tienes que hacer y decirte palabras de aliento, auto motivarte. Elige una emoción negativa que tengas y que no te gusta (hipersensible, criticona, gritona) cierra los ojos y declara:
Estando de tu parte “Odio ser así, odio actuar de esta manera”
Abre los ojos, el sentimiento sigue ahí ¿verdad?. Ahora a este sentimiento que te pertenece acéptalo. Sí, soy así… Molesta, mandona, rencorosa, perfeccionista, hipersensible, llorona, criticona…
“Le doy permiso a este sentimiento a estar en mi vida porque está en mi personalidad”
Aceptarse a si mismo significa aceptar tanto lo positivo como lo negativo que uno tiene. A algunos no les gusta ver lo ”negativo” no lo aceptan y le echan la culpa a los demás de sus defectos. Es más fácil ver la debilidad en el otro que en la propia vida porque hacerse cargo de uno mismo incluye tener que hacer un cambio para el que quizás no se está dispuesto. Este cambio es algo positivo y traerá muchos beneficios a tu vida.
Un abrazo,
Nekane Valdivieso