Tú decides cómo vivir. Las personas ven problemas en todas partes y se abruman por complejos de inferioridad que les impiden vivir felices. Se encierran tanto en los problemas que crean una especie de burbuja en la que el “no puedo” y los resentimientos paralizan e impiden avanzar.
¿Sientes que estás en esa situación? ¿Reaccionas con pensamientos negativos a los sucesos de tu vida cotidiana? ¿No logras vivir feliz? ¿No te crees capaz de lograr nada? Es momento de cambiar.
La vida es un viaje
En él, puedes desarrollar al máximo tu potencial. Seguramente te has acostumbrado a ser lo que el mundo espera de ti. Intentas reflejar con tus pensamientos las demandas y expectativas del exterior. Tus padres, amigos, tu pareja, tus hijos, te van marcando lo que debes ser, que es, en definitiva, lo que ellos quieren que seas. Eres un reflejo del mundo exterior, eres en función de lo que te sucede.
Te invito a pensar en una nueva posibilidad. Piensa en un mundo en el que tú mismo creas tu presente y tu futuro. Un mundo en el que tu bienestar depende solo de ti. Un mundo en el que eres el autor de tu propia historia. Interesante ¿verdad? ¡Qué gran mundo sería ese! ¡Cómo cambiaría tu vida!
¿Lo imaginas? Se abrirían ante ti innumerables posibilidades y tu vida tomaría un rumbo totalmente distinto. La buena noticia, es que ese mundo existe si tú lo quieres. Puedes empezar ya y dar el primer paso.
Tus pensamientos escriben tu historia
Cada uno de tus pensamientos y las palabras con las que los expresas crean tu presente y tu futuro. Es como un sistema de mensajería. Envías tus pensamientos al Universo y este te los devuelve en forma de experiencias, de situaciones de vida.
En este intercambio de pensamientos y vida, te conviertes en lo que piensas. Créelo, es así. Los pensamientos son de naturaleza vibratoria y todo lo que vibra atrae. De modo que cuando las vibraciones son positivas, atraerás cosas positivas.
Abrumadas con sus trabajos, atrapadas con el teléfono móvil y con la televisión, las personas viven pendientes del exterior. Sus mentes están siempre afuera de sí mismas. Entonces, no se dan cuenta de que poseen en su interior la verdadera fuente de poder sobre su propia vida. La gente no reconoce su propio potencial porque vive pendiente del afuera. ¿Te pasa lo mismo? ¿Eres de esas personas que creen que todo lo bueno y lo malo les viene de lo que pasa afuera de ellas mismas?
¿Cómo revertir esta situación?
Si reconoces que estás condicionado por el mundo exterior, el primer paso será volverte hacia tu interior. Puedes lograrlo cambiando tu forma de pensar. El Universo está allí para apoyarte cuando sigues el camino de tus sueños, de tus pasiones y de tu yo interior.
Ponte de pie frente a un espejo. Esa persona que ves es capaz de atraer a su vida lo que desea, de establecer las relaciones que le interesan y le hacen bien, de crear abundancia. Para lograrlo, debes estar dispuesto a creer en eso. La persona del espejo eres tú, por tanto, tú mismo puedes lograr todo eso en tu vida.
La fe en ti mismo es tu gran herramienta
Para sentir que puedes y que mereces todo eso que deseas, debes llenar la mente con pensamientos positivos y con fe en ti mismo. Sugiérele a tu mente conceptos de confianza. Repítete a ti mismo que puedes hacer frente a todo, que tienes la capacidad y la fuerza para superar todos los obstáculos.
Puedes emprender este viaje de cambio en cualquier lugar y en cualquier momento, estés en un palacio o en una choza. El primer paso es rasgar esa coraza de negatividad y lanzar al mundo un “YO PUEDO” que te inunda. El objetivo es promover un cambio de pensamiento que permita que lo positivo desplace a lo negativo. Cuando asimilas la idea de que tienes el control sobre tu vida, la alegría aflora y el cambio ya está en marcha.
En este proceso de cambio, las crisis son oportunidades. Hay personas que reconocen la necesidad de cambiar cuando han experimentado una situación crítica que les ha provocado dolor y sufrimiento. Los obstáculos son excelentes oportunidades para marcar un antes y un después.
Para comenzar con esto, di en voz alta las siguientes frases:
Estoy dispuesto a cambiar. Abrazo los pensamientos de triunfo, de alegría, de bienestar y fortaleza. Empiezo aquí y ahora.
Es momento de actuar
Tus pensamientos y tus palabras forman tu realidad. Por lo tanto, si son positivos, tu vida también lo será. Es así de sencillo.
Posiblemente te preguntes cómo hacer para liberarte de esos pensamientos negativos que ocupan tu día y que no te dejan vivir en paz. Si te has habituado a pensar en negativo, los pensamientos vienen a ti involuntariamente, sin que tú te lo propongas. Y quizás te resulte difícil eliminarlos. Pero no te abrumes, lo lograrás.
El primer paso es poner tu mente en paz. Para pensar en positivo debes, primero, vaciar tu mente de derrotismo. Te muestro una forma de empezar a trabajar en este proceso. Puedes practicarlo en el lugar en el que te encuentres, en tu casa, en un momento de descanso en el trabajo, mientras viajas en autobús. Verás qué bien te sientes:
Por lo menos dos veces al día concéntrate en ti mismo y elimina de tu mente todo pensamiento vinculado con el odio, con la inseguridad, con el sufrimiento, con las culpas. Quítalos de tu cabeza. En su lugar, colocarás pensamientos creativos y sanos, optimistas y productivos. Piensa en lo que te gusta hacer, en las cosas que has hecho bien, en momentos de felicidad.
Visualiza imágenes que te sugieran paz, un paisaje, una luz, una actitud propia. Repite palabras que expresen paz, armonía, felicidad. Puedes recitar un poema si recuerdas alguno.
En esos momentos, libérate de todo pensamiento y palabra que tenga carga negativa. Percibe la armonía de la vida y del universo. Sentirás una paz extraordinaria y disfrutarás de ella.
Renueva tus energías. Tus pensamientos determinan cómo te sientes. Si piensas que estás cansado, te sentirás cansado. Si, por el contrario, ocupas tu mente con una actividad positiva, que te agrada, no experimentarás cansancio alguno. Por lo tanto, al alimentar tu mente con pensamientos positivos lograrás la plenitud.
Di en voz alta:
Puedo hacerlo, soy perfectamente capaz. Puedo mejorar mi vida. Estoy contento porque es la realidad.
Las palabras positivas deben acompañarse con pensamientos positivos. Palabras y pensamientos son complementarios. Utilizamos las palabras para pensar, las palabras que decimos o escuchamos crean pensamientos. Por tanto, es necesario desterrar del vocabulario las expresiones que transmiten negatividad. Llena tu mundo de palabras bellas. Dedícatelas a ti mismo y a los demás.
Trabaja con afirmaciones positivas
Las afirmaciones son enunciados. Si has entendido que tus pensamientos y tus palabras construyen tu presente y tu futuro, aceptarás que puedes crear tu propia realidad utilizando afirmaciones.
¿Cómo trabajar con las afirmaciones? A continuación te lo indico:
Piensa en construir frases estupendas sobre tu vida. Una vez que las tengas en tu mente, escríbelas. Luego las dirás en voz alta. En esas afirmaciones expresarás lo que quieres, pero lo harás sintiendo que ya lo tienes.
¿Quieres algunos ejemplos de afirmaciones positivas? “Tengo muy buena salud”, “Soy fuerte, estoy lleno de energía”, “Hago el trabajo que me gusta y gano un buen sueldo por ello”, “Me siento bien y soy feliz”. Elabóralas de acuerdo a lo que tengas ganas de sentir, de tener, de ser.
Repítelas todas las veces que puedas. Esto hará que no solo lo digas, sino que también lo creas de verdad y lo sientas con todo tu ser. Colócate frente al espejo, mírate a los ojos y repite tus afirmaciones. Tu mente las aceptará y tu espíritu las absorberá. Se volverán tu realidad. Puedes hacerlo en cualquier momento del día, por la mañana, al mediodía, por la noche.
Visualízate en la situación que describen tus afirmaciones. Cierra los ojos e intenta verte como quieres estar, imagínate teniendo lo que quieres tener. Percibe detalladamente qué sientes, cómo vives. Lo que visualices en tu interior se convertirá en un hecho real. Cada vez que visualizas una afirmación, algo en tu interior te guiará por medio de intuiciones repetidas que te mostraran cómo seguir una visión. Déjate llevar. Sigue los consejos que recibas como resultado de tus afirmaciones.
Las afirmaciones amplifican su poder si las sueñas. Antes de dormir, repite tus afirmaciones y deja que tu mente subconsciente las trabaje. Si te vas a dormir con la sensación de que todo está bien, a la mañana todo estará bien.
Las afirmaciones son el punto de partida. Es como marcar la meta. Lo que en realidad da fuerza a estas afirmaciones es la emoción, la fuerza emocional que encierra esa afirmación. Convéncete de que lo que la afirmación expresa es tu realidad. Mírate en el espejo y siéntete bien, fuerte y sano.
Quizás al principio esto te resulte un tanto ridículo. Pero te invito a que lo intentes y persistas durante un tiempo. Te aseguro que el cambio empezará a manifestarse en tu realidad.
Ámate a ti mismo y exprésate ese amor
En tus afirmaciones nunca debes olvidar el mostrarte a ti mismo que eres valioso, que verdaderamente te amas. De este modo dejarás de sentirte culpable y de castigarte. Ya no hables de tus errores y de tus defectos.
Reconoce y habla de tus bondades y de tu amor. “Me quiero y me acepto a mí mismo”. Repite esta afirmación. Convéncete de que eres un ser maravilloso. Inúndate de amor. Ese amor se transmitirá en todas direcciones y volverá a ti multiplicado.
Si te quieres a ti mismo, te sentirás merecedor de todo lo bueno que anhelas. Además, Si te quieres a ti mismo, perdonarás a los demás. También, Si te quieres a ti mismo tendrás fe en tu futuro promisorio, esplendoroso y feliz. Sentirás que el Universo te ama también y te entrega todo lo que es bueno para ti.
Recuerda que los pensamientos son vibraciones. Si irradias el sentimiento de que estás bien, de que te aceptas como eres, de que amas la vida y de que te quieres a ti mismo, la vida empieza a moverse con esas vibraciones positivas. Y todo empieza a fluir.
El universo te ama, por lo tanto es fácil ser agradecido y positivo sabiendo que te lo mereces.
El perdón te libera. Tú decides cómo vivir
El perdón es la respuesta a casi todos los problemas. Al perdonar te liberas. Si te perdonas a ti mismo o a los demás, sueltas una enorme carga negativa y te centras en lo bondadoso, en lo puro, en lo bueno.
Perdonar es asumir que nada de lo que te ocurre se debe a los demás. El perdonar es rescatar tu fuerza interior y entregarle el control sobre tu vida. “Yo perdono y así me libero”. Repite esta afirmación varias veces y encontrarás la paz.
Existe un gran tesoro dentro de ti del que puedes extraer todo lo que necesitas para lograr lo que esperas en la vida: felicidad, abundancia, salud. De ti depende asumir este poder y utilizarlo en tu propio beneficio. Renuncia a las cosas que no te benefician y que obstaculizan lo bueno y asume la magnificencia de tu vida. El bienestar empieza allí, en la comprensión y la aceptación de esa fuerza que tienes en tu interior. El universo refleja lo que tú irradias.
Puedes vivir una vida plena y feliz. Lo que piensas y lo que crees conforman tu realidad. Acéptalo y comienza el cambio.
Tengo todo el poder. Nada puede detenerme. Obtengo exactamente lo que es bueno para mi vida. Estoy en paz y vivo feliz.
Fuente: Louise Hay – Tú puedes sanar tu vida (película)
1 comentario en “Tú decides cómo vivir”
Hola, gracias por su colaboración de mejorar
la forma de vida.